Agua y salud

Salus per acquam, la salud a través del agua, decían los antiguos romanos. Y aún es así: el agua, el agua buena que baja de las montañas o sube de las profundidades de la tierra, sigue siendo hoy como hace dos mil años mensajera de bienestar.
Mana de los grifos y ofrece, junto al apagante placer de una bebida refrescante, una serie de valiosos minerales, sobre todo calcio, potasio y magnesio, los mismos que hay en la verdura, en la fruta, en las legumbres y en las semillas oleaginosas, que aconsejan los nutricionistas e importantes investigaciones que sacan a la luz las propiedades nutritivas y también protectivas frente a distintas patologías, sobre todo cardiacas y cardiovasculares y también las crónicas degenerativas y el cáncer.
El agua que suministran las redes es buena y segura: lo garantizan los estrictos controles previstos por las leyes vigentes, más estrictos que los que se aplican a las aguas minerales embotelladas. Entonces, por qué privarse de una fuente de salud y energía tan simple y a buen precio, con un único problema: la cal.
Pero de esto se encarga Physico, el único antical que no repercute en la composición química y biológica del agua también desempeña una función bactericida eficaz y constante.

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Salud en el vaso

El agua es buena para la salud y previene

El agua es el alimento que nos permite sobrevivir también gracias a los componentes minerales disueltos en ella como el Calcio, el Magnesio, el Potasio y el Residuo Fijo, auténticos nutrientes sumamente útiles, sanos e indispensables. Quien se ocupa de suministrarnos agua destinada al consumo humano con estas características es la empresa de red pública sometida a estrictas normas de control con caducidad continua que superan las establecidas para las aguas minerales. Innumerables investigaciones epidemiológicas internacionales han demostrado que un agua pobre en sales minerales aumenta los riesgos de patologías cardiocirculatorias y enfermedades crónicas.

Las mismas investigaciones prueban que en las áreas geográficas a las que se suministra agua con un alto contenido en sales minerales, es decir más dura, se detecta una menor mortalidad por patologías cardiacas.

Por tanto está demostrado que el Calcio, el Magnesio, el Potasio y el Residuo Fijo presentes en el agua para consumo humano no solo ayudan a mantener la masa ósea sino que también protegen en gran medida frente a las patologías cardiacas y cardiovasculares, el aparato digestivo y el cerebro.

Además estos elementos tienen una buena capacidad de ser absorbidos por el organismo: de hecho la calculosis renal o vesical no se forma por el alto contenido de Calcio presente en el agua sino por el PH ácido de la orina, el índice de calcio eliminado por el organismo, que es una de las causas de osteopenia y osteoporosis. En estos casos, para compensar la eliminación, se aconseja beber agua con un alto porcentaje de residuo fijo que contenga buenas dosis de calcio y magnesio.